Historia
[editar]Época precolombina
El
Morro del Tulcán fue una
pirámide truncada construida en la época precolombina, aproximadamente entre los años 500 – 1600 d. C., período que se conoce como "de las sociedades cacicales tardías".
[editar]Colonización española
Vista del centro histórico con la Torre del Reloj y la cúpula de la catedral en primer plano. Al fondo, el
volcán Puracé.
Retrato idealizado del Adelantadado Don Sebastián de Benalcázar, según consta en la obra
Colección de Documentos Inéditos relativos al Adelantado Capitán Don Sebastián de Benalcázar 1535 - 1565.
El
24 de diciembre de
1536, el capitán Juan de Ampudia ocupó con sus soldados un sitio llamado la loma de El Azafate, donde habitaba el cacique o yasgüén, para que el Adelantado don
Sebastián de Belalcázar viniese a fundar una nueva ciudad. Después de haber sometido a los nativos, Popayán fue entonces declarada fundada el
13 de enero de
1537 por Belalcázar, quien pasaba hacia el norte de Colombia en busca del mítico tesoro de
El Dorado. Belalcázar fue también el fundador de otras ciudades importantes como
San Francisco de Quito y
Santiago de Cali. Contrario a lo que algunas fuentes históricas sugieren, Belalcázar no fundó la ciudad de
Pasto, villa que en realidad fundó uno de sus lugartenientes, Lorenzo de Aldana.
El
15 de agosto de 1537, una vez alcanzada la conquista total de Popayán, se llevó a cabo la ceremonia de fundación solemne de "la nueva villa", conservando el nombre indígena de "Popayán". La ceremonia consistió en una primera
misa cantada por el presbítero García Sánchez, en un humilde
templo levantado como
Catedral sobre el costado sur de la futura plaza. En esta misma ocasión se instaló el primer Cabildo.
Ruta y conquista de Belalcázar.
Belalcázar había dejado en enero de 1537 como su primer teniente a don
Juan de Ampudia y como primer
alcalde a don
Pedro de Añasco, según cuenta don
Juan de Castellanos en sus crónicas. Según el libro del
Cabildo, para el mes de abril fueron nombrados como alcaldes ordinarios el capitán don Juan de Ampudia y Francisco García de Tovar, y los señores Francisco de Ciessa y Luis Vejarano, Bartolomé Álvarez y Martín Alonso de Angulo, como regidores; y Juan de Sepúlveda como escribano público del concejo de esta ciudad, quienes se reunieron para señalar los solares donde habrían de construir sus primeras casas los españoles que hasta entonces habitaban las
chozas de los
pubenenses.
En
1540, Sebastián de Belalcázar fue nombrado Primer Gobernador de Popayán. Desde ese momento se instauró el sistema político español en cada ciudad, que incluía Regidores del
Cabildo, Alcaldes y Alguaciles y una participación permanente de la Iglesia a través de un clérigo o cura párroco. Belalcázar también se preocupó por dejar una huella duradera en los territorios conquistados, para lo cual trajo de
España semillas de
cebada,
trigo,
caña de azúcar, así como numerosos animales domésticos, especialmente ganado vacuno, caballar y porcino, herramientas y muchos elementos más. A Belalcázar le seguirían otros gobernadores como
Gómez Serón de Moscoso , natural de
Málaga, quien ocupó su cargo en
1561 y llegó a Colombia en compañía de su criado y cuñado
Luís de Zapata.
Después de
1550 se inició por
Buenaventura la sistemática entrada de ganado vacuno y caballar, lo que contribuyó a que se formaran las
haciendas de ganado en Popayán y alrededores. Prosiguió la conquista con el sometimiento de más comunidades
indígenas, pero al mismo tiempo se estableció el sistema político que se tradujo en la instauración de una sociedad colonial basada en la explotación del
oro, cuya posesión trajo consigo un enorme poder económico y político para las familias allí establecidas.
El auge minero y comercial, así como la posterior llegada de familias españolas de
linaje hicieron de Popayán una ciudad muy importante en el
Virreinato de la Nueva Granada. En la ciudad residían los dueños de las minas de oro de
Barbacoas y el
Chocó, quienes con sus riquezas crearon haciendas, construyeron grandes casonas y dotaron a la ciudad de enormes templos con imágenes traídas de España.
Juan Antonio Zelaya y Vergara, primer Gobernador de
Guayaquil, desempeñó también el cargo de Gobernador y Superintendente de la
Real Casa de la Moneda de Popayán, título expedido en El Pardo el 1 de abril de 1770. Conviene subrayar que la economía minera en la Nueva Granada se dio por ciclos. Tuvo un primer escenario en los distritos mineros antioqueños que entró en crisis de
1620-
1630 con una recesión que se profundizó hasta
1680. Es aquí donde cobra importancia el escenario de la
Gobernación de Popayán, que desde ese momento se convierte en el lugar en el que se amplía el fenómeno minero, con una importancia excepcional en el curso del siglo XVIII, y aún en gran parte del siglo XIX. El auge minero en Popayán creó una nueva dinámica a través del comercio de esclavos al punto que podría hablarse de la sociedad esclavista de Popayán, la cual tuvo un gran significado para la época.
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Popayán compitió con ciudades como
Cartagena,
Bogotá y
Tunja en el número de
nobles titulados domiciliados en ellas. Fue, así mismo, la única ciudad junto con la capital, Santafé, en servir de sede a una
Casa de Moneda erigida por la
Corona española en todo el territorio de la Nueva Granada. Con lo anterior se explica en buena parte el esplendor que esta ciudad vivió durante la época colonial y los primeros asomos de República, todo ello añadido al orgullo
genealógico de las familias fundadoras, que basaron la conservación de sus riquezas en una estructura
endogámica muy propia de las
élites en diferentes culturas y sociedades.
[editar]Actividad sísmica
Por encontrarse ubicada en una zona de
riesgo sísmico alto, Popayán ha sido azotada por varios
terremotos a lo largo de su historia. El más reciente de ellos sucedió en la mañana del Jueves Santo
31 de marzo de
1983, a las 8:15 de la mañana. La ciudad sufrió un sismo de magnitud 5,5 en la
escala de Richter y variaciones de grados VI y IX en la
escala de Mercalli; su epicentro fue localizado a 46 km al suroeste y el hipocentro a unos 4 kilométros de profundidad y su duración fue de 18 segundos. La cifra de muertos se calcula en trescientos y más de diez mil personas quedaron sin techo, amplias zonas del sector histórico construido en adobe y tapia se vieron afectadas, los edificios públicos y gran parte de las iglesias, construidas en los tiempos de la colonia, fueron averiados. La cúpula de la Catedral se desplomó y allí perecieron 90 personas que esperaban el inicio de los oficios religiosos del día. Las bóvedas del cementerio católico se abrieron y cientos de cadáveres y restos de huesos humanos quedaron expuestos. Los extremos de la pista de aterrizaje y la torre de control del aeropuerto de Machángara (hoy Guillermo Valencia) se semidestruyeron. El total de construcciones derruidas fue de 2.470 viviendas construidas en ladrillo perteneciente a familias de bajos ingresos mientras que otras 6. 680 sufrieron daños considerables[1], que conformaban los barrio El Cadillal, Pandiguando, La Esmeralda y Pubenza, este último consistía en un conjunto de condominios llamados Los Bloques de Pubenza en el que habitaban unas 150 familias, su infraestructura cedió por la magnitud del sismo y provocó un número considerable de muertos. Los Bloques de Pubenza consistían en 12 conjuntos arquitectónicos cada uno con 8 aparamentos distribuido en cuatro pisos. El terremoto también devastó a
Timbío, un municipio próximo a Popayán.
Inmediatamente, se iniciaron las actividades de rescate de heridos y primeros auxilios por la Cruz Roja, seccional Cauca, quienes vía radio empezaron a solicitar ayuda, llegaron auxilios de todas partes de la nación de Colombia y países vecinos, La Defensa Civil, el Cuerpo de Bomberos, la Policía Nacional, el Ejército y otras asociaciones voluntarias participaron en el rescate y transporte de heridos graves al Hospital Universitario San José de Popayán, que contaba con refuerzos médicos del hospital universitario de Cali, los servicios de salud colapsaron por el gran número de heridos por lo que se remitieron a la ciudad de Cali unos 130 heridos. Pasado un tiempo lleno de algunas replicas, la población comenzó a recuperar sus pertenencias de entre los escombros y a recoger materiales de construcción que pudieran utilizar nuevamente. La solidaridad nacional e internacional se hizo presente en auxilios de hombres, dinero, medicamentos, víveres y material.
La ciudad fue reconstruida en cinco años, aunque muchas edificaciones demoraron más. A pesar de los destrozos causados, un esfuerzo masivo se llevó a cabo durante la década siguiente para reconstruir y restaurar la ciudad y permitirle recuperar el esplendor y la belleza de su arquitectura colonial. La mayoría de edificaciones de valor histórico y religioso debieron ser reconstruidas partiendo de la memoria fotográfica. La ayuda extranjera que proviene de muchos países y organizaciones se va organizando de tal forma que cada país u organización se encargue de recuperar alguna zona, es así como el gobierno alemán reconstruyó la Ermita, Asocaña reconstruyó la Torre del Reloj y la embajada de España reconstruyó el templo de San Francisco. Japón invirtió en la vereda de Julumito, la firma Rodrigo Llano trabajó en la iglesia Santo Domingo y Antioquia apoyó a
Cajibío. La alcaldía de Bogotá construyó el barrio Santa Fe de Bogotá; Solidaridad por Colombia, el Bello Horizonte, Suiza el barrio Suizo y el Minuto de Dios el barrio del mismo nombre. La gobernación del Meta apoyó la reconstrucción de la escuela el Retiro, con otros donantes más y la Comunidad Colombiana en el Exterior, Barrio Colombia. La
Unión Europea hizo aportes para la reconstrucción de barrios populares, como María Oriente, Poblazón y otros, reconstruyendo las viviendas y dotándolas de servicios básicos. El gobierno
español, a través de la
Agencia Española de Cooperación Internacional -que tiene una de sus sedes en Popayán-, apoyó igualmente una parte importante de la estrategia de recuperación de la ciudad antigua, al igual que la Cooperación Alemana.
Ante lo observado por el sismo en Popayán, se empezaron a aplicar y exigir las normas de sismo resistencia en toda construcción en Colombia.